Texto extraído íntegramente del libro TU ÁNGEL SOLAR de Monica Barbagallo.
¿Qué averiguaste sobre el reino más inteligente de la
Tierra? He aquí el informe:
Tiran sus deshechos a los ríos, los lagos y luego tratan de
purificarlos nuevamente para tener agua cristalina como la que ya tenían. Siembran
para alimentar a sus hermanos menores (los animales), los cuales necesitan
muchísimos kilos de vegetales, para luego comerlos, cuando si todos comieran
los frutos de su planeta, tendrían alimentos de sobra para todos.
Incendian sus bosques, los talan utilizando su madera y no
plantan sus semillas para reponerlos. O los destruyen, cuando, si ellos
desaparecieran, no tendrían más oxígeno para respirar.
Envían a sus hijos fuertes y sanos al campo de batalla, para
luego inventar aparatos ortopédicos para que puedan movilizarse. Ensucian el aire
que necesitan para respirar.
Usan fertilizantes que han prohibido ellos mismos (luego de
constatar su peligroso veneno), para sus plantas comestibles. Denominan
fumigar, a contaminar el aire y producir la muerte de las aves que transportan
las semillas de un lado a otro, y además, son quienes se alimentan de aquellos
insectos que perjudican su siembra. Usan conservantes químicos en sus alimentos
que perjudican la salud. Con todo esto se enferman y luego crean medicamentos
para curarse.
Utilizan la energía atómica, con la que inventan
sofisticados aparatos para matarse entre ellos, y que a la vez, les deja desechos
nucleares, los que entierran en lugares que se convierten en zonas cancerígenas
y productoras de deformaciones en sus cuerpos físicos cuando están en estado
fetal.
Interfieren el recorrido de los ríos poniendo usinas
costosas para generar electricidad, cuando el sol sale en todo el planeta y da
su energía sin costo y sin consecuencias.
Pierden 6.000 de especies vegetales por día. Las naciones
del norte prueban bombas nucleares en el polo sur de su planeta, como si no
fuera parte del lugar que habitan todos, haciendo como que ignoran, que los
iones negativos que quedan en el aire son atraídos por el polo norte que es el
positivo. Destruyen con estas explosiones la capa de ozono que cubre el planeta
dándole protección.
Inventan bacterias que minan la vida, con la excusa de
guerras, para atacarse unos a otros, cuando todos son una sola humanidad; y lo
que le pasa a cada uno afecta a todos.
Arrojan semillas al mar en un lado, y en otro los niños se
mueren de hambre porque no tienen con que alimentarlos.
Les venden drogas a sus jóvenes, para luego tratar de
curarlos. Los educan desde niños con películas y dibujos llenos de violencia y
luego los marginan por violentos.
Escuchan vibraciones fuertes que sobrepasan los decibeles de
tolerancia de sus órganos auditivos, las denominan música, y luego inventan
audífonos para los sordos.
Se alimentan con desechos de cadáveres de animales, llenos
de bacterias y grasas y luego inventan aparatos y dietas, para quitarse los
residuos adiposos y las enfermedades que en consecuencia, se produce en sus
cuerpos físicos.
Cazan a los animales con los que deben compartir el hábitat
de evolución, minando las especies, por el solo hecho de poner la cabeza del
cadáver de adorno.
Usan la energía del dinero para subordinarse los unos a
otros, creyéndose importantes los que la acumulan, como si se la llevaran al
retirarse del planeta. Acumulan cosas materiales que no usan, haciendo incómodo
y sucio el lugar en que viven.
Utilizan la sangre del planeta, a la que denominan petróleo
para movilizar sus vehículos, los que a su vez y como consecuencia, contaminan
el aire que respiran; cuando ya tienen los conocimientos para hacer vehículos
que funcionen con agua, los cuales generarían oxígeno que a su vez, lo
purificarían.
Ensucian los océanos, agreden la vida en cualquier forma que
ésta se manifieste. Guardan los cadáveres de los que abandonaron sus cuerpos en
lugares que llaman cementerios, contaminando el planeta con las bacterias y
enfermedades que hayan tenido, en vez de purificarlos con el fuego. Y estos lugares
que aparentan hermosos jardines, son en si, centros de angustias y depresión,
para las ciudades en donde se hallan; con lo cual pareciera que homenajean y honran
más a la muerte que a la vida.
Suponen que las líneas divisorias entre naciones, que no
dejan de ser un invento para tener más orden, los hace diferentes unos a los
otros, y se pelean por la posesión de
diferentes lugares del planeta, como si realmente alguien podría poseer
algo. A algunos los denominan terratenientes y a otros los sin tierra, no ven que
todos pertenecen a la misma evolución de ese planeta.
Invaden territorios que pertenecen a los animales, diezmando
especies sin consideración. Utilizan las pieles de los cadáveres de éstos igual
que en la Edad de Piedra, y quienes la usan se creen importantes y
sobresalientes. Crían animales con cuidados y atención y hasta a veces les
demuestran cariño, para luego alimentarse con los restos mortales de éstos.
En nombre de la Paz inventan armas cada vez más
sofisticadas. En nombre de la salud inventan medicamentos para curar las
enfermedades que también inventan.
En nombre del Amor, crean las imágenes de horror más
espeluznantes y justifican el desamor.
En nombre de la Libertad, construyen sus propias cárceles de
dolor y sufrimiento.
No se respetan a los niños, ni entre ellos; se matan unos a
otros, se roban unos a otros, se menosprecian unos a otros como si todos no
fueran parte de la misma vida. Hablan de Amor, de Paz, de Libertad, de Dios;
pero no entienden nada...
¿Quieres que siga con el informe, que implica a la mayoría?
No, déjalo allí; ahora entiendo por qué la palabra terrible
deriva de terrícola...
Aunque... Me dices que así es la mayoría, y ... ¿Acaso hay
otros diferentes?
¡Si! Son pocos en relación con la cantidad de la humanidad
mundial, pero va creciendo su número y están en todas partes del planeta;
observa desde aquí:
¡Ves esos puntitos de luz que se unen entre ellos, formando
una red luminosa?
¿Y cómo son?
Piensan en términos de una sola humanidad, de un solo mundo;
sienten que no se pertenecen a sí mismos sino a la humanidad; desarrollan y
extienden sus facultades intelectuales paralelamente a sus cualidades del
corazón, tienen Amor y compasión por la
vida como un todo, tratan de cambiar, buscando la manera recta de vivir, de
sentir, de pensar, de discriminar; dedican parte de su tiempo, su dinero y su
energía para consagrarlos al bienestar de la humanidad; tratan de disipar el
odio, los celos, los resentimientos, a través de sus propias vidas y de sus
pensamientos.
Son seres que comprendieron que el cambio del mundo estaba
en su propio cambio; que encontraron el camino de la meditación; escuchando el llamado
de sus Maestros Interiores, y expanden su humildad a la Luz del Cosmos.
Están agradecidos a la Vida como un todo y pueden entender a
las flores, a los árboles, a los pájaros, a los animales, a todos, en la
belleza de su Amor.
Son faros de luz para sus hogares, sus ciudades, sus
naciones, sus continentes y crean puentes entre los hombres, entre las naciones,
pensando en el bien de la humanidad toda como lo que es: una unidad, un
conjunto de vidas dentro de una Gran Vida.
Son los que traerán la Nueva Era en la que no importa la
edad del cuerpo, sino la actitud mental y la comprensión. Hacen gala de una
gran Buena Voluntad y un Gran Amor por todos.
Son las antorchas que conducen a la humanidad de la
oscuridad a la Luz y expanden su horizonte hacia el Cosmos.
Bueno, entonces serán los que se conviertan en fuentes de
Belleza, Amor y
Alegría y podrán conectarse con el Centro, transformando al
planeta en una Estrella de Luz.
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