Bajando la escalera, toda ella de piedra, abrupta, fría, oscura, sintiendo miedo a caerme, nadie esperara al final para levantarme, aun así, sigo bajando, mis manos apoyadas en las paredes agrietadas y húmedas, me paro, no se si quiero seguir, dudo, al final vuelven mis pies a ponerse en movimiento, es como si no me quedara otra opción.
Al final de ella encontrare el cobijo que busco, jardín enmarañado, descuidado, sombrío, donde poder estar con la seguridad de que nadie bajara a buscarme, allí podre permanecer sin sentir, buscare la hermosura en las pequeñas flores, que ha pesar de recibir poco sol, siempre estarán dispuestas a nacer a mis pies.
Me podre esconder entre la espesura sin tener que poner mi mejor cara, podre llorar sin que nadie me mande callar, gritare cuando me ahogue el silencio mas estruendoso, pensare sin interrupciones.................ahora siento muchas ganas de llegar a mi jardín, aligero el paso, ya no tengo miedo a resbalar, me aseguro de que nadie me sigue, no quisiera compartirlo.........ya lo veo, es hermoso, triste, pero hermoso.
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