Abrí los ojos y vislumbre sobre la pared un tenue rayo de
luz amarillenta, casi imperceptible, pero agudizado por la oscuridad del resto,
me levante de la cama y deslice las cortinas que cubrían la ventana, dejaron
paso a un amanecer, una vez que empuje suavemente el vano de la ventana,
hizo que sintiera sobre el rostro el Saludo del Universo, cálido a la vez que
refrescante.
.jpg)
Los días de fiesta me gustan, precisamente por esa quietud
que abraza nuestros pueblos y ciudades las primeras horas del día. Pasear por
sus calles, sus campos, sus playas………….la gente aún duerme y todo parece vibrar
de forma diferente, hasta el aire que se respira parece más limpio.
NAMASTE
No hay comentarios:
Publicar un comentario