Lejos queda ya la niña de largas trenzas, con ojos grandes, que lo miraban todo por primera vez, que sentía pasión por los papeles y los lapiceros de colores, que cuando leía un libro se sentía la protagonista, y cuando escuchaba una canción cerraba fuerte los ojos y se imaginaba bailando en un gran escenario.
Una niña que lo fue por poco tiempo, enseguida descubrió que quería crecer y ser mayor, muy pronto se puso unos tacones y pinto sus labios de carmín, aunque a escondidas, se hizo mayor probando nuevas emociones, tenia claro lo que le gustaba y lo que no, ya convertida en una jovencita, amo a sus amigos y fue amiga de sus amores, enamoradiza hasta la eternidad, corazón de fuego, vivió deprisa todo lo que la vida le ponía a sus pies, lo consumió todo con ansiedad, fue aprendiendo que cuando te quedas sin nada siempre tienes que empezar de cero, cuando llego a mujer, ya no quedaba tanto de aquella joven, pero aun sus ojos sabían sorprenderse, aun latía ese corazón de fuego, algunas metas las había alcanzado y las que no, ya sabia que jamás llegaría a ellas, pero no importaba, siempre había alguna ilusión por la que seguir luchando aunque fuera en vano, la mayoría de las veces la lucha era con ella misma.
Llego el día en que tuvo que aprender a reinventarse porque todo se había roto en mil pedazos, ese día supo que ya nada seria igual, ella misma no se conocía.
Aprendió a vivir con una desconocida en su interior, poco a poco fueron conociéndose y termino aceptándola, comprendió que todo lo nuevo es bueno, que aquella desconocida le estaba enseñando mucho, sobre todo se sorprendió cuando le contó que lo mas sano era vivir el momento, ni lo pasado ni lo futuro, le enseño que amar no es necesitar, le enseño las mas bajas miserias a las que puede llegar un ser humano, le explico el tesoro que es ver amanecer y el ocaso cada día, la llevo por caminos donde el viento azotaba fuerte su cuerpo, donde la lluvia empapaba su rostro, le mostró mares revueltos y mares en calma, le hizo sentir en sus pies descalzos la voz de la tierra, la llevo a bosques donde los arboles susurraban palabras sabias, donde a veces la luz del sol no podía traspasar las enormes y frondosas copas, le dio a probar sabores dulces y amargos, le hizo comprender lo que era amar y ser amada, la ayudo a subir a la cima de montañas, donde podía gritar hasta perder la voz........................... después de mucho tiempo junto a ella, un día le dijo.............tienes que seguir tu camino sola, tu aprendizaje a terminado, , no desfallezcas nunca o te perderás en los caminos de tristes paisajes. Seguir adelante..............ir, buscar, rebuscar, sentir, ocupar, dar............ ella aprendió la lección, pero aun a veces se para en el camino y mira a todos lados, esperando que aquella desconocida que le hizo tanto bien aparezca y le acompañe un trecho. Pregunta al viento donde esta ella ¿alguien la ha visto?
Charo.
Me ha gustado mucho tu blog, eres una bohemia encantadora, un beso preciosa.
ResponderEliminarCreo poder tener la respuesta a tu pregunta, pero no sé si debo. Y también quisiera hacerlo de un modo imparcial, pero no puedo. Y no puedo sencillamente porque creo conocerte lo suficiente como para saber que todo lo escrito en este cuento es la realidad de todo lo que has vivido. Escribes con el corazón y eso se nota. No hace falta saber mucho de ti para saber realmente como eres, como sientes y como transmites.
ResponderEliminarNo creo que esa desconocida ande muy lejos de ti. Me consta que siempre te acompaña y ella es la que te guía cada día. Porque a ella le debes todo lo que eres hoy.
Con ella aprendiste que el más profundo dolor se supera. Que eso no significa que se olvide, sino que se queda en un recóndito rincón del alma pero sin lastimar demasiado.
Y desde aquí, sin línea, sin cable, poco mas tengo que decirte que ya no sepas.
Sencillamente vive, vive con la intensidad que desees. No tengas miedo. El miedo acobarda y tú precisamente no perteneces a ese mundo. Lo has demostrado con creces en cada una de las pruebas que la vida te ha puesto en tu camino y jamás te rendiste ante ninguna.
Eres una mujer de riesgo, de aventuras y también de luchas incansables. ¿Qué tienes que temer?. Puedo responderte si quieres. Posiblemente a que te hagan daño de nuevo. Y lo sé. Pero si no arriesgas esta vez, de nada valdrán las batallas vencidas. Es una dura prueba y me consta, porque ya vienes de vuelta de ella. Pero ya no eres la misma de antes, tú misma lo has reconocido, por lo tanto márcate un nuevo reto y adelante. Eso sí, presérvate en tu armadura, no la sueltes demasiado lejos por si tuvieras la necesidad de protegerte. Tú tienes las herramientas precisas pasa saber cuando tienes que hacer uso de ella, dependiendo de los avatares que vayas encontrando a tu paso.
Y lo más importante de todo es que te tienes a ti misma y eso ya te tiene que dar la más absoluta tranquilidad. Te lo digo porque se lo mucho que crees en ti.
Y si de nuevo te tocara llorar, pues sencillamente lo harás, porque como ya sabes, es mejor llorar por haber vivido y amado que llorar por no haberlo hecho.
Y probablemente te equivoques….y probablemente aciertes. ¿Lo sabes tú…..? ¿lo sabe alguien? ¿Hay en algún lugar escrito lo que va a pasar antes de que pase…? Si así fuera…
Amiga mía, la historia de la vida está escrita porque sencillamente ocurrió.
Tu misma narras en este cuento lo que has pasado y lo cuentas porque sencillamente lo has vivido.
En mi conciencia, (que es en parte un poquito la tuya), está que esta vez juegues a ganar. Por lo tanto…mucha suerte.
Te quiero, Morena mía.