Todo vibra, todo se mueve, a diferentes escalas, a veces
imperceptible a nuestros ojos y oídos, pero
Cuanto por aprender, cuanto por vivir, tanto por amar,
infinito el tiempo, con ganas de volver a mi verdadero “hogar” y reencontrarme.
Ya hace algunos años que no uso reloj, el tiempo no tiene
veracidad, el tiempo no se puede medir, cuanto es mucho? Cuanto es poco?
Tampoco espero, solo fluyo sin resistencia, esperar cada nuevo día con ilusión
renovada, hace que brote Felicidad desde dentro, y se desparrame, salvaje, a la
vez que serena, sobre todo lo que está a mí alrededor. Puede, que algunas
personas que están en mi vida, no perciban ese chorro de Felicidad, seguramente
porque nuestras vibraciones no están en el mismo nivel.
Si elegí en un momento del infinito, volver a tener una
densidad humana, fue porque aún me queda camino por recorrer, pero este trecho,
del que soy consciente ahora, es de tal hermosura que solo puedo sentirme
agradecida al UNIVERSO.
Solo me gustaría poder tender la mano a quien quiera subir a
este barco.
Charo
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