A veces nos quejamos de que los demás no nos respetan, tendríamos
que preguntarnos si nos respetamos nosotros mismos, cuando ignoramos lo que
deseamos y necesitamos, dejando paso a los deseos y necesidades de los demás,
estamos faltándonos al respeto.
No confundamos esto con el egoísmo, no es cuestión de que
vayamos atropellando a los otros, solo de que demos la misma importancia a
nuestros anhelos que a los de los demás. Cuando somos pequeños nuestros padres
se esmeran en que sepamos respetar al prójimo pero no se le da la misma
importancia al respeto propio, es mas la mayoría de las veces se nos inculca
que esta mal pensar antes que nadie en ti mismo.
Amándonos podemos alcanzar el respeto, asumiendo lo que
somos y como somos, escuchándonos a nosotros mismos podríamos aprender
tanto..........y sobre todo lograr nuestra independencia emocional, no depender
de otra persona para ser feliz, no aferrarse pagando un alto precio casi
siempre.
Vivir debería ser fácil, solo nosotros lo complicamos,
soltando amarras facilitaríamos muchos trances a los que nos vemos expuestos,
pensemos que cada uno somos seres únicos y singulares, lo cual nos
da un valor, valor que la mayoría de las veces no vemos.
Dejemos de vivir para y por........vivamos para ser felices
nosotros mismos, esta felicidad se expandirá a todo nuestro alrededor.
Este es un consejo de alguien que aprendió tarde a respetarse, pero nunca es tarde si valió la pena.
No hay comentarios:
Publicar un comentario