Ahora comprendo que es inútil el sufrimiento que a nada nos
lleva, querer manejar las situaciones que no nos pertenecen solo conlleva que
nos volvamos frágiles.
Ser conscientes de cuáles son nuestros verdaderos problemas
nos ayuda a centrarnos en nuestra propia vida, he aprendido que no me
corresponde solucionarle los problemas a los demás, que son suyos, al igual que
los míos son solo míos, he aprendido a desapegarme de cosas y personas, cuando
algo me preocupa me siento, tomo un tiempo, intento verlo desde un punto de vista racional, la mayoría de las
veces me siento aliviada, descansada, cuando descubro que nada es tan grave
como en el primer momento me pareció.
Antes me dejaba atrapar por el pánico y todo se magnificaba,
llegando a no poder encontrar una salida, practicando mucho el autocontrol y la
objetividad, no dejándome llevar por el miedo, he conseguido la paz interior
que tanta falta nos hace para poder ser feliz.
La mayoría de las veces cuando alguien me cuenta algo que le
preocupa intento que vea que si le damos la vuelta al suceso, si no nos
quedamos solo en nuestras impresiones, sino que buscamos la parte positiva, lo
que nos están enseñando, seguro que todo se torna más fácil y enriquecedor.
Tiene algo de positivo una enfermedad? Una muerte? Una
relación frustrada?...........soy de la opinión de que si, sobre todo nos va a
transformar , y depende de cada uno que uso darle a esa transformación.
Si dejamos que el pensamiento positivo se apodere de
nosotros, si aprendemos a parar y pensar, sin dejarnos llevar por el pesimismo,
en resumidas cuentas si nos queremos tanto como para ser buenos con nosotros
mismos, podremos ofrecerle a los demás
algo maravilloso “ AMOR ”.
Charo.
Charo.